viernes, 27 de julio de 2012


Introducción


Tomando como punto de partida la importancia de la educación en la vida del hombre y su influjo cada vez mayor en el progreso social contemporáneo citamos  al Concilio Vaticano II  en el documento Gravissimum educationis: “Hay que ayudar, pues, a los niños y a los adolescentes, teniendo en cuenta el progreso de la psicología, de la pedagogía y de la didáctica, a desarrollar armónicamente sus condiciones físicas, morales e intelectuales, a fin de que adquieran gradualmente un sentido más perfecto de la responsabilidad en el recto y continuo desarrollo de la propia vida y en la consecución de la verdadera libertad, superando los obstáculos con grandeza y constancia del alma”. Aquí se encuentra el punto neurálgico del desarrollo de este Blog, que se centra en la educación cuya meta es el desarrollo de la personalidad del educando en todas sus dimensiones y el reconocimiento de la propia vocación, tomando como propia la afirmación del Arzobispo Héctor Aguer, se trata de un aprender a ser.
Como hablamos de una formación integral de la persona este estudio se apoya en las bases cristianas, ya que la educación católica integra las distintas disciplinas humana con las verdades de la revelación divina  cuyo fin es el encuentro con el misterio del Dios Uno y Trino haciendo posible el reconocimiento auténtico de la realidad y el ejercicio de una verdadera libertad (Héctor Aguer-La formación del Hombre-2012).

Hay que ayudar, pues, a los niños y a los adolescentes, teniendo en cuenta el progreso de la psicología, de la pedagogía y de la didáctica, para desarrollar armónicamente sus condiciones físicas, morales e intelectuales, a fin de que adquieran gradualmente un sentido más perfecto de la responsabilidad en la cultura ordenada y activa de la propia vida y en la búsqueda de la verdadera libertad, superando los obstáculos con valor y constancia de alma. Hay que iniciarlos, conforme avanza su edad, en una positiva y prudente educación sexual. Hay que prepararlos, además, para la participación en la vida social, de forma que, bien instruidos con los medios necesarios y oportunos, puedan participar activamente en los diversos grupos de la sociedad humana, estén dispuestos para el diálogo con los otros y presten su fructuosa colaboración gustosamente a la consecución del bien común.( GRAVISSIMUM EDUCATIONIS)

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